miércoles, 5 de octubre de 2011

Entorno visual



Maravilloso será el día en que el entorno se adapte a la visión de los que no ven, de esta manera los lentes no existirían.
Uno nunca se daría cuenta de su discapacidad visual, porque el mundo, las cosas que hay en él, se van adaptando al ojo humano en modo continuo, de esta manera no haría falta alterar ni la estética, ni los ojos, ni el bolsillo.

La no existencia del deseo, es algo que predomina en mi mundo. Porque pasa a ser un cumplido a la primera sensación de pensarlo, la necesidad de inmediato también se cumple. No existe el deseo, eliminen eso de sus mentes, aquí jamás existió ni va a existir.

Es así que sucede con la visión, si el ojo se siente molesto por el sol, el sol se adaptará a él, las cosas brillaran tal cual el ojo quiera ver brillar. Si quiere ver más, la graduación del entorno aumentará. Si nos sumergimos en el agua, la misma se vuelve suave, sin la necesidad de tener que utilizar antiparras. El mundo se adapta a uno, y no uno se adaptará a él, y no porque lo quiero así, sino que aquí es así naturalmente.
Los habitantes que aun no han tenido contacto, o están a la espera de que alguien los imagine y así ser amigo imaginario de una persona; no conocen lo que es un oculista, ni mucho menos que son los lentes.

Me llamó enormemente la atención ver en su mundo que las personas sabias, científicos, doctores, etc.; se preocupen por modificar algo tan mínimo como lo es el ojo humano, y no buscar la solución pensando en grande, pensando globalmente. Tantos años de estudio, tantos años de pruebas y pruebas, serian más útiles si los mismos hubieran sido empleados en el entorno general que rodea al ser humano.

Felipe Peiro.-

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