miércoles, 27 de febrero de 2013

Credulidad




Tenebrosa luz, vida desvanecida que araña el aire. Culpa triste, triste descanso, pies descalzos que se beben paso a paso el desierto.

Como siempre, lo desconocido lleva a lo supuesto y éste, a las creencias.

Las personas creen en muchas cosas sin tener un sustento real, muchas veces por costumbre, otras porque no les queda otra. El boca a boca transmite lo sobrenatural de manera increíble, dotándolo de fuerza y credibilidad absoluta al relato, dejando de lado todo tipo de desestimación fundamentada.

Los fantasmas, son para ustedes apariciones de personas que, por sobre todas las cosas, están muertas; de esta manera, estarían justificando que hay algo más después de la muerte, o que perdura eso a lo que llaman alma, o la consciencia tal vez; y es eso lo que quizás piensan que le da vida a estas “apariciones”.

Yo creo que es el miedo a lo desconocido lo que les nubla la parte más astuta de su mente, y ese mismo miedo es el que les atribuye lo sobrenatural a algo que sus ojos ven; tal vez una simple sombra o un extraño reflejo. También la vulnerabilidad sentimental por la que la persona pasa, si ésta extraña a un ser que ya no está, tal vez su mente dibuja en el aire su silueta, y es el onírico sentimiento y la necesidad de que es cierto lo que alimenta más la credulidad.

La realidad para mí, es que ustedes no pueden convivir sin respuestas, a todo le atribuyen un porqué, por más desconocido que sea, y de esta manera surge esta creencia absurda.

Aún así, sin lograr entender y sorprendido, admiro inmensamente todo lo logrado a base de estos supuestos y creencias, cómo ha influenciado a muchas personas en su vida, en su cotidianidad, por medio de la literatura, el cine, el arte en general. Y cómo se volvió la creencia en los fantasmas, en un común colectivo.

Tal vez, es una necesidad de ponerle condimento a la vida, tal vez fue un chiste de algún antiguo bromista, que año a año, tal chiste, se fue alimentando hasta ser lo que hoy es; como casi toda creencia no fundamentada por la que la humanidad atraviesa… Todo puede ser.

Yo no creo en esas apariciones, la imaginación lo explica todo, cuán profunda y grande es, que hasta yo hoy le estoy escribiendo sobre fantasmas.


Felipe Peiro.

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